El naranjo como seña de identidad de Sevilla

Quien haya tenido el placer de visitar la ciudad de Sevilla se habrá dado cuenta de la cantidad de estos árboles que pueblan sus calles. También del olor tan característico que le dan. Ese aroma inconfundible, ere origen tan importante para Helios. Pero también surge la pregunta: ¿por qué hay tantos naranjos en Sevilla, por qué la naranja es una seña de identidad de la capital andaluza?

La naranja y Sevilla, un origen de leyenda

Pues para responder a la pregunta tenemos que recurrir a varias respuestas. La primera de ellas tiene carácter mitológico y nos lleva hasta la antigua Grecia. El dios Hércules cumplía con los doce trabajos que le había encomendado el rey Euristeo para obtener la inmortalidad. Antes de enfrentarse a la misión última, la de sacar al perro de tres cabezas del infierno, Hércules robó en el norte de África la manzana de oro de la inmortalidad.

Pero esta era en realidad una naranja. Antes de luchar contra el perro de tres cabezas que guardaba el averno, Cerbero, Hércules descansó en Sevilla y allí tomó la naranja. La unión así entre este fruto y el dios se estrecha al considerarse a Hércules el fundador mitológico de la capital hispalense.

Eso sí, la pregunta sigue siendo: ¿por qué en Sevilla hay 40.000 naranjos? La razón primera la encontramos en los marineros genoveses, ellos fueron, según los historiadores, quienes trajeron este fruto a Sevilla. Y fue durante el periodo de dominio andalusí cuando empezaron a proliferar por la ciudad. Estos árboles fueron plantados por los musulmanes para dtar de mayor belleza, si cabe, a Sevilla.

Una de las razones por las que se plantaron tantos naranjos fue para su aprovechamiento, desde la Edad Media, como materia prima para aceites (como el aceite neroli), esencias curativas y perfumes. En efecto, el azahar, el olor que desprende la flor del naranjo, es otro de los protagonistas principales de Sevilla. El agua de azahar, por ejemplo, se ha utilizado desde tiempos inmemoriales para ayudar a alguien a recuperarse de un desmayo. También actúa como sedante natural y ayuda con los problemas digestivos.

Un sinónimo de diversidad

Y por supuesto, están las naranjas. Una de las frutas más consumidas, apreciadas y que más gustan a grandes y pequeños. La variedad que se obtiene en Sevilla es la naranja amarga, citrus aurantium.

Esta es la materia prima de primera calidad que hay en las distintas variedades de mermelada de naranja amarga de Helios: la mermelada recolectada a mano, la procedente de la agricultura ecológica y la confitura de cultivo local.

Del campo a la mesa, con todo el sabor y por si fuera poco con un amplio abanico de posibilidades en la cocina. La mermelada de naranja amarga no es solo una opción a considerar en lo que al desayuno se refiere, untada en pan tostado como una manera saludable y llena de energía de empezar el día.

La naranja, además de aportar una alta fuente de vitamina C y fibra, tan característica de nuestra dieta mediterránea, puede ayudarnos con platos fuertes de las comidas y cenas. Hablamos del maridaje culinario, y más concretamente de cómo algunas mermeladas y confituras pueden potenciar el sabor de algunos platos, por ejemplo algunas carnes como la del solomillo de cerdo o guisos de pollo y pato. Como hemos comprobado, la naranja tiene una rica y larga historia, propiedades y diversidad.

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