La Paz: moderna, acogedora y con progreso a paso firme

16/07/2018

La Paz, que hoy celebra 209 años de la Revolución del 16 de julio de 1809, se ha convertido en una ciudad modelo en cuanto a desarrollo urbano, con el claro reto de convertirse en una metrópoli.

En medio del aspecto colonial que expone “la ciudad maravilla”, se destaca el moderno sistema de transporte paceño que busca el orden y la comodidad. Los buses Pumakatari y el teleférico que cautiva a miles de turistas en esta urbe.

Los Pumakataris se caracterizan por ser eficientes y responsables con el medio ambiente. Se trata de un medio de transporte que tiene la capacidad de ser útil para todo tipo de público. Cuentan con rampas especiales para personas con dicapacidad e incluso pueden transportar bicicletas.

Con el objetivo de mejorar esta situación, la Alcaldía de esta ciudad planea implementar Buses de Tránsito Rápido (BRT), un sistema que busca integrarse a todas las modalidades de transporte.

Un bus Pumakatari.

El teleférico es un sistema que ha logrado reducir la problemática creada a raíz del precario servicio de transporte público que puede hacer frente a la creciente demanda de los usuarios.

Se trata del sistema de transporte más moderno de Bolivia que además de resolver en gran medida el tráfico caótico de La Paz, coadyuva en la mitigación de los altos niveles de contaminación ambiental y auditiva, y la creciente demanda de gasolina y diésel, que son subvencionadas por el Estado.

La red de teleféricos de La Paz, la más extensa situada a mayor altura en el mundo, despierta un creciente interés en Suramérica, ya que varios países pueden replicar el modelo. Está compuesta por seis líneas: café, morada, celeste, plateada, dorada y blanca.

Este innovador transporte se ha convertido en el sistema urbano de transporte por cable más alto del mundo al encontrarse entre los 3.640 y 4.000 metros entre la ladera de la montaña en La Paz y el altiplano en El Alto.

Autoridades paceñas destacan crecimiento pero ven división por temas políticos

El alcalde de La Paz, Luis Revilla, en entrevista con Los Tiempos, aseguró que tiene “un sentimiento optimista” frente al desarrollo social y económico del centro político de Bolivia.

“Estamos pudiendo encarar los grandes proyectos que hacen a la planificación y al futuro de la ciudad (...). Hemos encarado las dificultades de salud con la construcción de nuestros cuatro hospitales de segundo nivel y el quinto que iniciamos este año” señaló Revilla.

También hizo énfasis en el desarrollo urbano que muestra La Paz y los retos para mejorar la calidad de vida de las personas, sobre todo en temas de basura y en transporte. “Estamos encaminándonos a afrontar y encarar los grandes problemas de la ciudad”, agregó.

Sin embargo, el alcalde paceño, al referirse al ámbito político, mencionó que La Paz “por esencia es una ciudad rebelde” a la que “no le gusta que le impongan nada que no tenga que ver con sus propias decisiones”.

“La Paz tiene una visión política siempre crítica a las políticas gubernamentales y a las visones gubernamentales y eso no es ajeno al día de hoy. La Paz apuesta principalmente por opciones progresistas y que están resolviendo de verdad los problemas de la ciudad”, enfatizó Revilla.

Finalmente dijo que con el Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) tiene “una relación cordial, respetuosa pero muy lejana”.

Por su parte, el gobernador de La Paz, Félix Patzi, afirmó que en La Paz existe “un leve crecimiento económico” que es impulsado por la inversión pública. “Esto ha permitido generar actividades privadas importantes”, aseguró.

“Hay un crecimiento por lo menos algo aceptable y eso permite que la gente pueda tener mayores oportunidades. El crecimiento se ve gracias a la efectivización, en estos tres años, de la inversión pública”, comentó Patzi a Los Tiempos.

En este contexto, el gobernador paceño dijo que en términos sociales “hay un déficit que se debe superar y es en el tema de salud”. “Hay que trabajar un tema central y ese es el pacto fiscal para una buena redistribución de recursos económicos”, añadió.

Asimismo, se refirió a la situación política de La Paz y dijo que “hay una clara división en la población a raíz de la reelección continua del presidente Evo Morales”. “Hay ciudadanos que se movilizan para defender el 21F y los resultados de ese referendo”.

Finalmente, la autoridad dijo que La Paz necesita lograr crecimiento propio en función de sus potencialidades y necesidades.

Potencial turístico y gastronómico

A todo esto se suma la capacidad gastronómica y turística que tiene este departamento. El rico “chairo”, los deliciosos “ispis”, el suculento “plato paceño”, el sabroso fricasé o una riquísima trucha, son algunos de los manjares que se pueden disfrutar en la “ciudad maravilla” de Bolivia.

La famosa sopa de chairo.

Chairo: Se trata de una sopa preparada con chuño, carne de cordero, chalona remojada, papa, zanahoria, cebolla, habas, mote de maíz, hierba buena, wuacataya, orégano y sal al gusto.

 

El delicioso plato paceño.

Plato Paceño: Es un plato que combina choclo, papa, habas y queso, y que se acompaña con llajua.

 

Queso Humacha.

Queso humacha: Este plato tiene como ingredientes al queso, al ají amarillo, al choclo y a la papa pureja. Se sirven dos o tres papas en un plato plano y se lo decora servido con abundante queso derretido. 

 

La deliciosa Jakhonta.

Jakhonta: Se trata de un preparado con trozos de carne, chuño, papa, hojas de repollo y cebolla; y condimentado con orégano. 

 

El tradicional fricasé.

Fricase: Es un plato tradicional a base de carne de cerdo, maíz blanco y chuño que tiene como condimento al ají amarillo. Se sirve en un plato hondo, con una porción de caldo. 

 

El Thimpu.

El Thimpu es un preparado de carne de cordero, papa, arroz, salsa a base de ají colorado, cebolla, arvejas y habas. 

Nuestra Señora de La Paz fue fundada hace más de cuatro siglos atrás, el 20 de octubre de 1548. La ciudad que toca el cielo; además de ser el centro político, económico y cultural de Bolivia; es un verdadero escenario turístico.

El Valle de la Luna.

A solo unos 15 kilómetros de la ciudad de La Paz  se encuentra el Valle de la Luna, con un espectáculo de picos y franjas  entremezcladas con el cielo, que fueron formadas gracias a la erosión natural de los vientos, lluvias y aguas subterráneas por miles de años.

Mirador Killi Killi.

Su nombre proviene de un pequeño halcón o avecilla, es un lugar donde el visitante se sorprende por lo observado, ya sea por las calles y avenidas paceñas, el majestuoso nevado del Illimani, el estadio Hernando Siles, o quizá el hecho de estar en una apacheta que forma parte de la historia de Túpac Katari.

Paseo de El Prado.

Denominado en un principio “El Paseo de la Alameda”, se han construido a su alrededor importantes edificaciones modernas entremezclándose con las construcciones de tipo colonial republicano, convirtiendo a la zona en un referente del patrimonio arquitectónico de la ciudad. 

La Vía Balcón.

Fue construido sobre El Parque Urbano central  y es un lugar de esparcimiento para niños, jóvenes y adultos, quienes pueden caminar alrededor de tres kilómetros. 

Plaza Murillo.

Fue el epicentro del siglo XIX, y lleva entre sus árboles y alrededores la historia del país, tales como levantamientos del 16 de Julio de 1809. 

Mercado "Las Brujas".

Un centro turístico que engloba tiendas que ofrecen tejidos hermosos de lana de alpaca y vicuña, muy vistosos por sus coloridos y acabados, además de recuerdos o postales para todos los visitantes.

La iglesia San Francisco.

Sus pasillos de piedra y adobe, historias de los padres franciscanos, misas en latín, pinturas y un jardín en su interior, narran una enorme riqueza cultural.

La Paz fue la primera región de las colonias ultramarinas de España en dotarse de un gobierno propio durante el movimiento revolucionario del 16 de julio de 1809 y marcó el principio del fin de la caída del poder de España en el entonces designado Nuevo Mundo.

De esta manera, cada 16 de julio se recuerda el aniversario del primer grito libertario en América Latina (1809), encabezado por don Pedro Domingo Murillo.

"Compatriotas, yo muero, pero la tea que dejo encendida nadie la podrá apagar, ¡Viva la libertad!", dijo don Pedro Domingo Murillo antes de ser ahorcado el 29 de enero de 1810, en la Plaza de los Españoles, junto a sus colaboradores.

LA PAZ-BOLIVIA: Ciudad Maravilla del Mundo

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Christian Burgos

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